martes, 11 de marzo de 2008

TAL VEZ SEA UNA CONCIENCIA QUE QUIERE DESPERTAR

Angelus ha dejado un nuevo comentario en su entrada "NATIVIDAD MURIÓ, PERO EL CASO DE GUILLERMO HABACUC...": La fabricada indignación en masa o como culpar al que tenemos en frente: dos palabras sobre el caso Habacuc y su perro Natividad, Vamos a hablar clarito: Guillermo Habacuc Vargas recogia a ese perro de la calle, es decir, de tu sociedad. Vas todos los días caminando y ves millones de perros en iguales o peores condiciones y no se nos mueve un pelo. Solo cuando un caso toma notoriedad, cuando se hace real mediante los medios o Internet (seguro que todos saben que el perro se llama Natividad y ya conocen su color de pelambre por las fotitos del blog) parece importarle a la gente. En cambio cuando esta clase de escenas se nos presenta en un escenario mas grande y que es propiedad de todos, que es el de la calle de todos los días, nos agarra una enorme tolerancia: el anonimato es una buena excusa para dejarnos vencer por la apatía ­a o el cinismo. Que le vamos a hacer ¿no?, así son las cosasas, Ahora bien, cuando sabemos que uno de esos perros se llama Natividad, cuando el que perpetra la supuesta tortura del animal tiene apellido, cuando cambiamos el escenario de la calle a uno privado como es una exposición artí­stica donde no podamos ocultar tu vista en ningún lado, nos alarmamos, nos indignamos, firmamos petitorios, condenamos al arte, etc etc. ¿No será que ahora se nos presenta la oportunidad perfecta para levantar el dedo y acusar y, de paso, lavarnos un poco la culpa firmando un petitorio por Internet que, dicho sea de paso, no tenemos la mí­nima certeza de que llegue a ningún lado? Hoy me tomó 20 minutos para averiguar qué ha pasado con Natividad: hay varias campañas y no se sabe a ciencia cierta si lo alimentaban o no, si se escapó al tercer día de la exposición o si murió en el primero, no se sabe si lo teni­an todo el dí­a encadenado o solo las 3 horas que duraba su exposición Lo que sí se sabe con certeza implacable es que:-Se movilizaron cientos de blogs y petitorios (711257 firmas, y sigue) para condenar a Habacuc.-Se está haciendo hasta lo imposible para que no participe con otras de sus obras (no la del perro) en bienales internacionales. -Se está¡ gestionando todo lo posible para hacer una denuncia de peso. No voy a entrar a juzgar si dicha obra es arte o no, es una cuestión compleja, lo que sí voy a señalar es cierta clase de hipocresia que existe en la sociedad. Parece ser que hay un morbo aceptado y que está ¡ frente a nuestras narices: al parecer no hacemos tanto quilombo por los miles de chicos menores de 10 años drogados y hechos una piltrafa que mendigan en las estaciones de tren, a ¿no? Al parecer hay un morbo recreativo: vemos con gusto pelí­culas del tipo El juego del miedo 1, 2, 3, y Hostel y hasta La pasión de Cristo y ni hablar de perdernos un capitulo de Cuestión de peso dónde, gracias un régimen de expulsión semanal, vemos como los partipantes mediante presión psicológica y alimenticia, pierden cientos de quilos en una alocada carrera de apenas semanas. Y hay un morbo censurable y careta, como el que le toca en suerte a Habacuc. aca ¡Vamos, súbanse al tren de la acusación rápida y facilista, total ganamos seguro, si somos una bocha! Hoy mientras caminaba por la calle, miré a uno de esos perritos y venciendo un poco la repulsión que me provocan estos animales (soy un fóbico de posibles microbios) le ofrecí un alfajor, le di una palmadita en la cabeza. Quizá¡ no sea mucho, pero al menos, si una obra artística me genera 60 minutos de reflexión y una acción concreta (nada de mails casi impersonales), tal vez valga la pena no apurar juicios tan a la ligera.
Angel Donaire

ACERCA DE ...MÓNICA MAYER


El peligro de prestarle un teclado a una desinformada.
Mónica Mayer nació en México D.F. en 1954. Estudió artes visuales en la Escuela Nacional de ArteS Plásticas y posteriormente obtuvo la maestría en sociología del arte en Goddard College en E.U. Es colaboradora del diario El Universal desde 1989 y constantemente participa en foros, conferencias y mesas redondas.
A pesar de todo este bagaje, en su columna de "El Universal", en relación al caso Vargas escribe: "No firmé porque se le puede exigir a una institución que impida la crueldad a un animal, pero no que censure a un artista por una obra realizada en otro lugar, tres años antes". Como si la violencia y el abuso caducasen después de cierto tiempo.!Señora Mayer, los hechos ocurrieron en algún lugar del planeta el día 16 de agosto de 2007, o sea, del año actual. No han transcurrido pues 3 años como afirma usted, sino que apenas llevamos 3 meses y días.
El peligro de prestar un teclado y un ordenador a un desinformado es que puede sembrar la confusión entre sus lectores.La autora confiesa: "que cuando escribe nunca piensa en sus lectores, pues 'me pondría muy nerviosa de saber que alguien la está leyendo'.Lleva más de 15 años con esta tarea, si después de tanto tiempo todavía no ha aprendido a contrastar los datos, comienza a ser hora de que se plantee el dejar de escribir. De la obra de Vargas dice: "Me indignó el destino del perro, aunque siendo carnívora sea incongruente. Dudo que a un animal le importe menos que lo maten para comérselo, que en nombre de la ciencia o del arte.
Sin comentarios.
Manifiesta: "Por otro lado también me interesa promover una conciencia ecológica que permita entender la importancia de todas las partes del sistema en la producción de objetos artísticos".Me imagino que debe ver usted mucha ecología en la obra del señor Vargas. En un ejercicio democrático que le honraría, espero ver una rectificación en su columna.